REGIMEN DE COMUNAS

Hoy es tres de mayo del 2007 y nuestra querida Buenos Aires sigue aún amenazando con poner en marcha el ya sancionado plan de “Comunas”.

¿A que le temen nuestros políticos? ¿A que una sectorización zurda se adentre en el co-gobierno de la ciudad? Pienso que sí y razón nos les falta. Las huestes zurdas en forma primaria, están mejor organizadas y muestran un carácter activista muy superior a los partidos convencionales, ya sean estos viejos o nuevos, que poco se diferencian entre si porque tienen las mismas estructuras nefastas de poder.

Le temen s los zurdos pues sectorialmente son fuertes. Ellos sucumben cuando tienen que armar, mantener y conducir grandes estructuras.

Personalmente diferencia a los zurdos de los hombres de izquierda. Aquellos conocen unas cuants palabras, decimos hoy “progres”, como ayer se pudieron considerar de de avanzada o marxistas o tronquistas, cuando no anarquistas sin sentido.

En cambio la izquierda bien organizada, con moderadas estructuras basadas en una adecuada modernidad de ideas que conforman, cuando logran amalgamarse y superar inconvenientes coyunturales para amalgamar sus ideas, una fuerza positiva al momento de conducir sociedades.

Hasta aquí una pragmática visión de una – a mi juicio – realidad que solamente puede ser moderada y/o cambiada por la acción inteligente del pueblo, ese conglomerado cívico que no tiene hoy idea de su poderío y que aún se deja arrastrar por el errado principio del “no te metás” o lo que todavía es peor : decir “es como yo digo o no sirve” y/o “se hace lo que yo digo o me voy y formo otro grupo”, debilitando así las estructuras básicas de positivos movimientos en ciernes.

¿Qué hacer entonces? Pensar y luchar para que se entienda que con prescindencia de cualquier eventualidad, que el régimen de Comunas es importante, porque en el buen funcionamiento de esos en la práctica simples “Municipios”, está la clave para gobernar bien una provincia o en este caso una denominada “ciudad autónoma”, pero esta tarea no es para improvisados ni para “figurones”.

Es necesario que personas capaces, probas y con experiencia en conducción de programas se pongan al frente de una gestión que pocos intuyen lo importante que ya es y todo lo inmensa que llegara a ser con el tiempo, cuando la institución se afiance.

Se trata de manejar la Comuna como una hermandad, donde no haya privilegiados y donde todos atiendan a los reclamos de todos, es decir debe existir justicia social y amplio sentido de reciprocidad entre los vecinos.

Orgánicamente una Comuna debe funcionar como un reloj. sostenido por un ciego principio de libertad común. Nada de prebendas, ni falsos influyentes. La gestión debe ser transparente y tener un adecuado, práctico y eficiente control ciudadano.

Si se plantean las cosas como corresponden, el futuro será exitoso. De lo contrario estaremos frente a “un más de lo mismo”, a un cambio “sin cambio”, pero con un aumento desmesurado de gastos improductivos.

Debe dejarse de lado todo sectarismo político. es necesario elegir para la tarea de gobierno a los vecinos más capacitados y que tengan verdadera vocación de servicio, con la firme determinación de obligarlos a respetar el compromiso que por escrito deberían firmar antes de hacerse cargo de la función.

Algo parecido a este mensaje, lo publiqué en el ámbito oficial de la ciudad en Internet, pero me lo borraron sin asco del lugar donde lo escribí.

Esto no sucederá con estas líneas: Nadie podrá borrarlas. Lo difícil será que quieran entenderlas y ponerlas en práctica.

Mi saludo desde y para toda Recoleta.

José Pedro Aresi