DIGO LO QUE PIENSO

viernes, noviembre 16, 2007

"LA HORMIGA y LA CIGARRA" (J.de La Fontaine)



En nuestro trajinado vivir, varias veces nos cruzamos con relatos que nos permiten luego, emitir mensajes posibles de volcar en esta columna.

Hace días recibí un mail en el cual se relataba, primero la versión clásica de la fábula de “La hormiga y la cigarra” y en segundo lugar, su adaptación, válida para la Argentina. Después me enteré que existen otras versiones, tales como “la chilena”, “la socialista”, etc. etc.

Veamos la que armé yo, a mi manera, sobre bases preexistentes:

VERSIÓN CLÁSICA: “La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para pasar el invierno. La cigarra, en cambio, piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta para vivir hasta la primavera. La cigarra tiritando, sin comida y sin cobijo, muere de frío”.

VERSIÓN ARGENTINA (según yo) : “La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta para vivir sin preocupaciones hasta la primavera.

La cigarra, al encontrarse “desamparada y tiritando de frío, resuelve organizar una rueda de prensa, en la que cuestiona el que la hormiga tenga derecho a vivienda y comida, cuando ella y algunos otros congéneres, deben soportar la adversidad del invierto sufriendo frío y hambre.

Se organiza entonces un programa de televisión en vivo, en el cual la cigarra aparece sufriendo las inclemencias del clima y otras calamidades propias de su situación, en tanto se emiten pantallazos de un video donde la laboriosa hormiga, se encuentra “bien calentita” en su casa y con la mesa llena de comida.

Los ya conocidos y repetidos “progresistas” se muestran entonces sorprendidos y quejosos de que en un país tan próspero como la Argentina, la pobre cigarra deba sufrir ,mientras existen otros que viven en la abundancia.

Las asociaciones contra la pobreza y los “Derechos Humanos” se manifiestan delante de la casa de la hormiga, con un “escrache”.fogoneado por personas de rostros cubiertos, palos en sus manos y de “revolver” portar.

Los periodistas se confabulan para editar una serie de artículos en los que cuestionan : ¿Porqué las hormigas se ha enriquecido a espaldas de la cigarra?, a la vez que instan al gobierno a que aumente los impuestos que pagan las hormigas, para que la cigarra y otros parásitos, puedan vivir mejor.

Frente a este “dramático cuadro” y respondiendo solícito a las encuestas de opinión, el gobierno envía a lo que aún se llama “Congreso de la Nación” un proyecto de ley sobre la igualdad económica y otro, con carácter retroactivo, condenando la “discriminación inconsulta” de la cigarra y sus compañeros de desventuras.

Aumentan entonces los impuestos a las hormigas y además, en el caso particular del citado insecto de la fábula de La Fontaine, se le aplica una multa por no haber contratado en el verano, a la cigarra como su ayudante.Es preciso destacar que las autoridades debieron embargar la casa de la hormiga, ya que esta no tenía suficiente dinero para pagar la multa que le aplicaron.

Sucedió entonces que la hormiga se fue de la Argentina y se radicó, con éxito, en Suiza.

Finalmente para publicitar el triunfo de la razón esgrimida por “el pueblo”, la televisión hace un reportaje donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo el alimento que había almacenado la hormiga y la antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras, con su consiguiente deterioro por falta de mantenimiento, ya que los inquilinos no hacen nada para mantenerla en buen estado.

Como al gobierno se le reprocha “no poner los medios necesarios para subsanar tal “desidia”, se crea una Comisión Investigadora con un presupuesto de 100 millones de pesos

Sin embargo como seguidamente la cigarra muere por la ingesta de una “sobredosis”, medios de comunicación comentan el fracaso del gobierno para intentar corregir el problema de las “desigualdades sociales”.

Finalmente la casa es ocupada por una banda de arañas inmigrantes, en tanto el presidente, sus ministros y los legisladores oficialistas se felicitan por el gran avance cultural y económico alcanzado por el país.

Y así, con juegos de niños, se pretende gobernar hoy a “personas maduras” sedientas de que – alguna vez – aparezca en la Argentina un verdadero estadista y maneje el país con visión de futuro, para lo cual se deberán trazar proyectos que se concreten escalonadamente en el tiempo, de manera tal que sea posible lograr que nuestro querido país se ubique a la altura de las Naciones que engalanan su existencia, mediante la paz, el trabajo y la justicia social y legal.
.
José Pedro Aresi